Pareciera que los lamentables desastres naturales que nos han azotado durante el mes de Septiembre sirvieron para despertar la conciencia social de todo un país, basta con dar una mirada rápida a nuestro alrededor para toparnos con las innumerables muestras de solidaridad y de apoyo para damnificados, pero sobre todo la hermandad que hemos visto en respuesta a la desgracia nos hace recordar que México sigue siendo un país de gran calidad humana.
También hemos escuchado las voces de los ciudadanos, voces que con justificada razón le reclaman a una incompetente clase política su ineficacia, que le piden renunciar a sus prerrogativas presupuestarias y destinar el recurso en la reconstrucción y auxilio de los mexicanos. No importa cómo se exprese, el sentimiento es el mismo “Los políticos valen madre” del presidente para abajo, no hay a quien irle, desde los que pretenden sacar ventaja para sus partidos hasta los que simple y llanamente entorpecen la canalización de ayuda, se perdió el respeto por la autoridad y también el miedo. La nación está ávida de resultados y cansada de mentiras.